Rubí

El rubí ha sido la gema más valorada mundialmente durante cientos de años. Se dice que el rubí fue la piedra más preciosa de las doce que Dios hizo al crear todas las cosas.

En la Biblia, Job dice que la sabiduría es más preciosa que los rubíes. En el antiguo idioma sánscrito el rubí es llamado ratnaraj, o rey de las piedras preciosas y ratnayaka, líder de las piedras preciosas.

Entre una multitud de leyendas y extrañas creencias de antiguos tiempos, se pensaba que el portador de un rubí era bendecido con salud, riqueza y sabiduría y remarcable éxito en asuntos del corazón. Más adelante, adquiría la capacidad de vivir en paz con sus enemigos.

En algunos sitios hasta se pensaba que confería invulnerabilidad.

De hecho, los rubíes son hoy en día más valiosos y raros que el más puro de los diamantes.

En 1988, un rubí de 13 quilates se vendió en una subasta de Sotheby’s por USD 227.300 dólares el quilate.

En mayo 1995 un anillo de rubí de 16 quilates se vendió por USD 4 millones de dólares en dólares de Ginebra, o sea por USD 146.145 dólares el quilate.

En 1989 un rubí de 32 quilates se vendió por USD 144.000 dólares en Sotheby`s.

Con respecto a las cifras, 8 diamantes D-IF de más de 50 quilates fueron vendidos a lo largo de los últimos 12 años; y el más grande, uno con forma de pera de 102 quilates, no alcanzó más que USD 125.000 dólares por quilate.

Tallas sobre 5 quilates son particularmente raras.

Todos los colores de corindón excepto el rojo son conocidos como zafiros, lo cual ha creado cierta controversia acerca de donde termina el rubí y donde empieza el zafiro, particularmente en los tonos rosa del corindón.

En 1991, la International Colored Gemstone Association pasó una resolución que las sombras claras del matiz rojo deberían incluirse en la categoría de rubí, dada la dificultad que existe en legislar donde termina el rojo y donde empieza el rosado. En la práctica, las sombras rosas son hoy conocidas como zafiro rosado.

 

Escoger un rubí

El factor más importante en el valor de un rubí es el color. Las mejores calidades son tan rojas como usted puede imaginarse: un matiz puro, saturado y espectral sin ningún acento de marrón ni de azul. La palabra rojo es derivada del latín rubí, rubor, la cual es derivada de palabras similares en persa, hebreo y sánscrito. La intensidad del color de un rubí fino es como un carbón encendido.

Después del color, otros factores que influyen en el valor de un rubí son la claridad, la talla y el tamaño. Los rubíes que son perfectamente transparentes, sin ninguna pequeña inclusión, son más valiosos que aquellos cuyas inclusiones se ven a simple ojo. 

La talla puede representar una gran diferencia en la apariencia de un rubí en cuanto a atractivo y vida. Una piedra bien tallada debe reflejar una luz de fondo uniforme en toda la superficie sin ninguna área oscura o indeleble en el centro, lo cual puede resultar de una piedra que es muy profunda o muy plana. La forma también debería ser simétrica, y no debe haber ninguna cortadura ni rasguño en el pulido. Los rubíes más grandes, por ser más escasos, cuestan más por quilate que los más pequeños de la misma calidad. 

Muchas veces el rubí presenta una estrella de tres rayos y de seis puntos. Estos rubíes estrellados son tallados en cabujón liso y abombado para mostrar el efecto. La estrella se ve mejor cuando se ilumina con una sola fuente de luz: esta se mueve a través de la piedra a medida que se mueve la luz. 

Este efecto, llamado asterismo, es causado por la luz que reflejan pequeñas agujas de rutilo llamadas seda, las cuales están orientadas a lo largo de las facetas del cristal. El valor de los rubíes y zafiros estrellados está influenciado por dos factores: la intensidad y la atracción del color del cuerpo de la piedra, la fuerza y la agudeza de la estrella.


Procedencia

La fuente más famosa de rubíes finos es Birmania, la que ahora llaman Myanmar. Las minas de rubí de Myanmar son más viejas que la historia misma: instrumentos de minería de la edad de piedra y de bronce han sido encontrados en el área minera de Mogok. Los rubíes de la legendaria mina de Mogok tienen a menudo un color rojo puro, que es con frecuencia llamado sangre de paloma, término más imaginario que un término de comercio hoy en día.

Myanmar también produce rubíes de un rojo rosáceo intenso. Muchos de los rubíes de Birmania tienen una fuerte fluorescencia cuando son expuestos a los rayos ultravioleta como los de la luz del sol lo cual les da un color suplementario.

Un área minera relativamente nueva e importante es la de Mong Hsu. Este depósito rico en rubí está produciendo cantidades comerciales de rubí Burma de calidad comercial y también cantidades significativas de fina calidad, particularmente en tallas hasta un quilate. El rubí de Birmania es ahora más disponible que el rubí tailandés debido a la nueva oleada de rubí en el área. La mayoría del rubí Hong Hsu es tallado y comercializado en Tailandia. Tailandia es el centro comercial de rubí más importante del mundo. Quizá el 90% del rubí mundial pasa por Tailandia. En algún momento del ciclo comercio. Las industria de tallas más importantes están en la región de Chanthaburi.

Tailandia también produce rubíes de fina calidad. Tienden a un tono rojo oscuro, un verdadero rojo, tendiendo hacia borgoña y marrón más bien que rosado, como los rubíes de Birmania. Pero los rubíes Tailandeses también pueden tener un rico rojo vivo que rivaliza con el de Birmania en intensidad.

En 1922, una nueva mina de rubí fue descubierta en Vietnam, la cual produce rubíes muy semejantes a los de Birmania. De hecho, la geología de la nueva mina corresponde a la misma formación que produce los depósitos de Birmania. Algunos de los nuevos rubíes vietnamitas han sido elogiados por los expertos, dicen ser prácticamente indistinguibles de la calidad superior de los de Birmania.

Un deposito grande y nuevo fue encontrado en el sur de Madagascar en el distrito de Tulear. Este yacimiento produce actualmente piedras rosas claras y oscuras en gran cantidad, pero piedras rojas se descubrieron cerca de la región de Fionarangsoa.

Las piedras de Sri Lanka son a menudo rosáceas o pueden presentar los tonos rosas de las de Birmania.

Los rubíes de Kenya y Tanzania sorprendieron al mundo en los años sesenta por su color excepcional. Desafortunadamente, la mayor parte de las piedras de estos yacimientos poseen inclusiones que disminuyen la transparencia, lo cual hace imposible la talla de facetas, sin embargo ganan mucho en color cuando se tallan en cabujón. Se han encontrado piedras limpias de excelente calidad.

Ocasionalmente, algunos rubíes de fina calidad han llegado al mercado provenientes de minas de Afganistán, Pakistán y montañas de Pamir.